sábado, 30 de agosto de 2008

¿Que ganaás?

Jugando un poco con dos sentidos de la segunda palabra del título de hoy (las dos vocales juntas, una acentuada, la otra no, marcan esto) puedo contar muchas cosas de las que pienso, deseo y merezco.
Y es que pienso, si, porque por eso escribo acá y en la vida. Deseo, porque estoy esperando siempre cosas que son hermosas y genuinas, y te hacen disfrutar de la existencia. Merezco, porque, por fin, he tenido lo que debía tener "de acuerdo a.." mis acciones. Los dejo.

Que ganas de matar el día, abrazando un ángel viviente y vivido junto a mí
que ganas de sentir esa cosa genuina de sentirte tan inocente y segura de quererme
que ganas de acurrucarte contra mí que existen todavía
que ganas de darte el espacio suficiente en el sillón, explicandome intimidades de a pares
que ganas de bajar la mirada dos centímetros para entonar tus ojos
que ganas de hacer eso y esperar esa sensación dulce que solías entregar con tu boca
que ganas de sentirme al lado tuyo a esa hora avanzada o muy temprana del día
que ganas de que al estar ahi, te sientas cansada y te aflojes en mi pecho con tus brazos entrelazados y tu cabecita apoyada, esperando que te envuelvan tus amores y los míos hacia tí.

Que ganás con darle más salidas a otras personas que a ella
que ganás con olvidar que el amor es más dulce que la amistad
que ganás con darle más tiempo a la diversión que a quien te hará disfrutar de tu vida mucho más
que ganás con creer que sientiendote incómodo con la situación es mejor alejar que arreglar
que ganás con obviar esos pequeños momentos, hacedores de grandes placeres
que ganás con pensar que si el amor se daña, es mejor cambiarlo que repararlo.

Finalmente me pregunto, que qué gano yo quedandome en mi sentimiento, si pierdo mucho más de lo que gano, o si gano mucho más de lo que ya no tengo; que qué gano si es que me estas esperando y yo espero que vengas, o si espero que pase la época porque no hay más cabida, si espero que termine la lluvia, aún cuando hace tiempo no cae agua real, del cielo que hubiese querido mirar, querida, con vos mucho tiempo más, del que realmente fue. ¿Que gano con quererte todavía y extrañarte?
Porque sí, que ganas de que sea así.

martes, 19 de agosto de 2008

"NO SOY YO CUANDO ME DISGUSTO"

Yo también después de reventar costuras y volverme loco tras una crisis marca cañón, agarro mi bolsito Dunlop y me pongo a hacer dedo en la ruta para llegar a una ciudad nueva, en la que nadie sepa quién soy. Como mi amigo Bill Bixby, experto en crisis y gran comprador de camisas leñadoras.
El hombre entra en crisis por una mujer, por desgaste profesional, por falta de vocación o porque lo aplasta la intrascendencia del universo. Particularmente sólo probé las dos primeras. (La vocación me acompaña a donde voy, como el perro al sulky; mientras que el universo y sus disparates se controlan con medio porro y escribiendo cuentos.)
El problema es que cuando estás en crisis no podés hablar de ella. Cuando llega la calma, en cambio, la crisis se convierte en esos insectos disecados después de muertos, y con tus uñas diminutas podés levantar el cuerpo invertebrado, llevarlo al microscopio para ver qué era eso que te había picado tan fuerte, que te había dejado al borde de la baba, con la muñeca doblada a un costado de la cama, medio muerto y pidiendo la hora al juez.
Ahora que estoy en calma puedo diseccionar el insecto. Es así de simple: no somos una leyenda. A mí lo que más me inquieta es la tranquilidad pegajosa que sobreviene después de la tormenta. ¿Qué la trae, por qué olvidamos, por qué sanamos? En medio de la crisis nadie apuesta una moneda por la paz: la crisis parece interminable, sí, porque el dolor está más vivo que uno. Pero después ocurre algo, un ruido interno como el interruptor del motor del agua, ¡trac!, y llega un silencio reparador.
Algunas otras cosas vuelven a tener sentido entonces. Son las mismas idioteces de siempre, las habituales, pero algo las hace resplandecer otra vez después de una crisis: las ganas de escribir, ir a la cancha, dormir con una mujer, jugar al póker. Todo eso ha estado siempre, agazapado a los costados de la crisis. Nunca había desaparecido, es cierto, pero era invisible; o mejor: era poco.
Lo peor que te puede pasar en la vida es querer demasiado una sola cosa. (En lunfardo se llama berretín.) Cuando lo tenés, la felicidad es artificio; pero si no llega, el desgarro es verdadero y duele. Mal negocio querer demasiado únicamente algo, no tener la variante de la suplencia, de lo que los estafadores menores llamamos el plan b.
Saltando de crisis en crisis, supe que lo mejor era estar preparado. Entre los sanguchitos y la fanta naranja, en la canasta del picnic deberíamos llevar el paraguas y las galochas. Y alguna vez sería bueno no ir a la cita; pero ojo, no estoy hablando de dejar plantada a la chica fea: hablo de fallarle a la más linda y tetona del pueblo, para quedarse en casa a mirar Trasnoche Aurora Grundig. ¿Por qué? Pues porque sí, para que por una vez la crisis quede despistada por falta de pruebas, a contrapierna, enceguecida como un cuis.
Saltando de crisis en crisis, aprendí a tener siempre a mano una segunda opción, algo en la despensa por si finalmente es cierto lo del segundo diluvio. Igual eso no es preventivo de nada: igual lo peor te está esperando del otro lado de la puerta, pero por lo menos uno se cree más vivo, más viejo y más zorro.
Como dije, yo recibí la calma hace ya mucho. No toda la calma (para qué exagerar entre amigos), pero sí un buen pedazo de la torta. Y eso me bastó para seguir camino, con la camisa rota, el bolso Dunlop y la musiquita triste del piano... Igual que el sufrido Bill Bixby —ese amigo eterno— tampoco yo soy yo cuando me disgusto.
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Hoy tenía muchas cosas para poner, pero me decidí por esta. Hace tiempo quise ponerla, es porque gráfica muy bien algunos sentimientos míos y de muchas personas cuando nos sentimmos mal, algunos se sentiran identificados seguramente.
Viene de www.orsai.es, el que quiera pasarla bien entre a ese blog. Copiado con permiso.

SHALOM!!

jueves, 7 de agosto de 2008

Una estela de positivismo y agradecimiento

Esta vez va a ser distinto, va a ser en positivo.



En el tintero fresco de amores
sacaba las mejores pinceladas
en el aroma de tus favores
con una fragancia bien acabada.


En la sonrisa tímida matinal
trajiste los momentos de ayer
con tu abrazo cantinal
amarte me quedaba por hacer.

Era tu dulce y amada saña
causante de tus reacciones
de tu querer de tal calaña
que me atrapaba sin razones.


Dejaste el fulgor de un abrazo
con tu piel bien maternizada
en el saludo aclarado
con un beso caliente amenazaba.


Se notaba en tu pelo
el color de tu presencia
de rojo furia y pasión
en tu estrella de Venecia.


Ni Madrid, Paris, Berlin
la divina eras tú
con todo tu trajín
me tenías con magia voodoo.

Era tu sonrisa y tu piel
tu abrazo y tu ser
tu timidéz y es menester
que te explique que
de todas las historias
la cúlmine sería
la que me atrapaste
y que se que por tí
no se borraría.

Esta se debe a querer agradecerle, a rescatar un poco algunas de las tantas cosas lindas que me dió y tiene.
Es como resignarse con gusto.

SHALOM

martes, 5 de agosto de 2008

Recuerdo II

No pensaba en el fin del mundo
hasta que me ví a dos kilometros tuyo
con nieve y desnudo
era lo mismo que con ese frío quedarme duro.

Que si, que no, que a medias
las cosas las fui llevando
con un trapo en los ojos
hasta un piso patinoso.

Que si, que no, que a medias
dibujo el sabado con las voces
no te enojas si
le corto la corriente a la estrella?

Eso fue lo que parecio,
nada más lejos del amor,
más cerca del dolor,
y nada cierto a lo que nuestra vida siempre mostró.

La chica humilde, sincera batió
a duelo el alma,
y con razón
las cosas planteó.

Lejos de verte había estado
darme las cosas q habías guardado,
un error que se debe evitar,
pero no lo hice, y lo tuve que pagar.

Bien merecido me lo diste,
no tengo quejas de eso,
gracias por decirle que no al no,
aguantarme los regalos que tu corazón guardo.

Negra si doy el alma por tenerte
pienso que el mejor lugar seria
dentro de tu corazón..

Estaba mirando algunas poesías que había hecho y esta me gustó, la forma, y el contenido me toca, obviamente. Pero vengo afrontando como se puede todo y es un desafío poner esto sin engancharme con telarañas.

Por otro lado, hoy se reúne la diplomática mesa de enlace con los soberbios montoneros administradores, en una intencionada oficina, la del Secretario de Agricultura Carlos Cheppi, el nuevo, uno de un par. Estarán presentes las cuatro entidades agrícolas (-Luciano Miguens, de la Sociedad Rural, Mario Llambías, de CRA, Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, y Carlos Garetto, de Coninagro-). Espero que hagamos como la lógica de estado y como en los buenos países, apoyar al sector que produce, y en el caso de querer desviarlo hacia alguna actividad especial, no cortarle las manos sin justificar razonablemente.
De todas maneras, digo, he visto varios comentarios de gente un poco más capacitada para hablar, que no cree en la mesa de enlace. Lo que hizo pensar en que: espero que pase en la medida tolerable y no influyente eso de "hagamos esto y no aquello porque no me conviene a mi", porque seguro que habiendo cuatro tipos con tanta trascendencia e intereses en juego, cada uno esta haciendo su quintita junto al granero del país; prefiero pecar de pesimista y no de inocente. Somos argentinos, la cultura no cambia en 130 días. Y detrás de los "presidentes", hay un ser humano.

SHALOM